Mayo I

La de las perturbantes bombitas de saliva y los ojos helados de orgullo. Todo un cabrón desastre sobre en un torax radiante. Una soleada rubia de vientre bailarín y culo de los años sesenta que se lleva bien con mi sofá. Por instantes parece borracha, muerta y desinteresada con su blusa abierta. Luego, en un instante, te devora de un bocado. Va con pastillas, cosas finas y mucha cerveza a la cocina. Me sorprenden sus siempre tibias tetas. Todo dicho en el amor...

En cambio la ejemplar es mierda parlante. Con ambos riñones hechos puré y ese tono cobarde. Mientras no orine sangre puede hasta ser una chica divertida (esto cada vez es menos frecuente). Sabe destrozar sentimientos. Cree que solamente por eso la gente la reclama. Todo dicho en el amor...

De última llega "la mudita de la Gibson", una morocha que puntea y es el "temor" de los taxis. Lleva sus pedales en una bolsa de supermercado (se avergüenza un poco de lo anterior). No gasta saliva y se expone inofensiva pero toca con manos de diabla e inhala de lo peor. La "mudita" es una chica bastante hostil pero es la esquina de sueño que yo esperaba. Con solo sufrirle un poco da su mejor calidad y desarma el blindaje cuando logra diversión. Pero cuidado, no vuelvas con el mismo truco. Es bueno cambiar los cuentos, se debe morder en otro lugar. Todo dicho en el amor...

P.D. Me provoca insomnio morir de sed lejos de mi linda ¨libertad¨. Esa agnóstica purísima de corazón ligero, que se pilló en mi cuerpo como navaja mientras reía en la oscuridad. Ni dios puede mejorar mi amor. Todo dicho en el amor.

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Junto a su instrumento lleno de extravagancia, mira al gentío del palco quieto como grabado.

Fantasmas infelices parecidos a niñitos, soplan trompetas panzonas como pipas de opio. Flautas jorobadas y columnas de tambores son ejecutadas por jóvenes emocionalmente quebrados y enfundados en jerseys.

Caprichos infantiles cegados por el alcohol. Silbidos revoltosos, estridentes, de frases desgarrantes arrancados a la agonía del cielo. Guitarras sudando de fiebre y delirio levantando el anfiteatro en el aire con esfuerzos rabiosos. Canciones epilépticas, lacerantes. Desconcierto de mirada feroz. Niñitos pálidos mirando el espacio íntimo con pupilas muertas. Un drama musical escrito para este mundo.

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Aplicaciones, mediciones, curvas. Florecitas ovulares empaquetadas en terciopelo. Piececitos rubios emanando esencias profilácticas. Miradas de oro y ensordecedores meydeis desde el Banco de Identidades. Luego todo lo arreglaremos con colores y sabores. Carnets de plata para las nenitas que son un gran manjar. ¡Qué pantorrillas! ¡Qué lucimiento! Modelos que se encorvan y tienen coito in vitro. Preciosos, engañosos, negocios.

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Ahora, cuando nos perseguís con tu mirada parecemos las naranjas más agrias de la canasta, te negás a creer que fuimos sus únicos amores.

No te imaginás a quién fuera hija del rock 'n roll en este antro hiriente de la capital, entre botellazos.

Pero el verano fue muy frío para el amor y para los enamorados.

Te es prohibido imaginarla en esta ruina infantil pero el verano fue helado para la esperanza, congelante desde siempre.

Sí, hay una chica preciosa que nadie besa en la plancha de la morgue.